El lado más inocente de la artista sale a la luz, aunque no por mucho tiempo, pues en el momento en el que atraviesa un espejo, surge su lado más malo. El spot publicitario concluye con las sugerentes manos de un hombre tapándole los ojos.
Y es que el clip del perfume muestra a la catante de “Take a Bow”, Rihanna, en un laberinto de espejos en un jardín encantado luciendo un vestido de cócktel. A partir de ahí, la artista se transforma en una chica mala con un olfato excepcional.
Es precisamente en ese punto cuando llega la inevitable polémica ya que en las redes sociales, son muchos los “microblogging” que han visto o creen ver en esa flor el símbolo de una vagina.
El anuncio es además bastante peculiar en su formato, con partes filmadas hacia adelante y otras que van hacia atrás. La idea es que en el reproductor de video especial del sitio web oficial, el anuncio pueda verse tanto en un sentido como en otro, dando lugar a dos historias diferentes.
Y es que el clip del perfume muestra a la catante de “Take a Bow”, Rihanna, en un laberinto de espejos en un jardín encantado luciendo un vestido de cócktel. A partir de ahí, la artista se transforma en una chica mala con un olfato excepcional.
Es precisamente en ese punto cuando llega la inevitable polémica ya que en las redes sociales, son muchos los “microblogging” que han visto o creen ver en esa flor el símbolo de una vagina.
El anuncio es además bastante peculiar en su formato, con partes filmadas hacia adelante y otras que van hacia atrás. La idea es que en el reproductor de video especial del sitio web oficial, el anuncio pueda verse tanto en un sentido como en otro, dando lugar a dos historias diferentes.
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